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El término troll, contextualizado en las redes sociales, se
utiliza para adjetivar a aquellas personas que, por lo general detrás del
anonimato, publican mensajes provocadores o con mala fe, con el objetivo
de hacer daño al otro o al conjunto de aquellos que se supone leerán sus
textos. La palabra viene del inglés, que semánticamente viene de la acción
de pescar, utilizar una carnada
Es decir que el troll es un provocador que busca llamar la atención y
lograr protagonismo por perjudicar. En un principio se suponía que dicha
conducta se refería a un cierto tipo de personalidades, pero en
realidad, el uso de la virtualidad de internet, puede favorecer que
cualquier persona envíe mensajes trolls.
Sin embargo, si bien toda persona, bajo ciertas circunstancias puede
buscar provocar dolor en el otro, en internet como en la vida real, esto
es más frecuente en las personalidades perversas narcisísticas, que
buscan desestabilizar al otro y las redes sociales son un medio
facilitador para amplificar su efecto. Este tipo de
personalidades disfrutan haciendo daño al otro a través de un efecto
disruptivo, en general, del narcisismo del otro. Algo así como si
sintieran: "hago daño por lo tanto existo".Las personas que proceden de
esta manera tienen una mórbida capacidad de hacer irrupción y
desestabilizar al otro. Lo mejor que se puede hacer ante ese tipo de
mensajes es hacer como si no existieran. Una manera eficaz es obviar la
existencia del provocador, devolverle en espejo un efecto
desestabilizante de su propio narcisismo, en la medida que se ignore su
pretendido protagonismo. |
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