El huevo de la serpiente es una expresión que se popularizó a
finales de los 70, principios de los 80 y que aún hoy se
utiliza. Proviene del título de una película de Igmar Berman estrenada
en 1977.
Uno de los personajes, el Dr. Vergerus, dice "Cualquiera puede ver el
futuro, es como un huevo de serpiente. A través de la fina membrana se
puede distinguir un reptil ya formado".
La película trascurre en los años 20 en Alemania, donde ya se intuía el
auge de los totalitarismos nazis. Pero la paradoja era que a pesar de
que todo el mundo era capaz de verlo, incluso con cierta simpatía, nadie
previó las consecuencias finales
El
doctor Vergerus
se refiere a que se puede ver a través de la cáscara transparente del
huevo de la serpiente la gestación de la pequeña culebrilla
insignificante que llega a resultar graciosa e inspirar la compasión.
Por eso, cuesta tanto destruirlo en esa fase e impedir su nacimiento.
Pero una vez eclosiona y sale del huevo, ya es demasiado tarde, el mal
ya está hecho y nadie puede pararlo, y su poder de destrucción va
creciendo.
Ese es el tema,
que se ha repetido a lo largo de la historia: Se han incubado y dejado
crecer, se han criado monstruos, que de pequeños resultaban simpáticos,
graciosos y servían a los intereses de los que los alimentaban; pero en
cuando han crecido se han vuelto incontrolables y en su contra. Por
eso, hay que estar constantemente vigilando...